Acerca de mí

(I) Comienzos
    1. Empecé a practicar karate el primer lunes de mayo del año 1970 en el gimnasio Bushidokwai de Madrid, sito a la sazón en la calle Donoso Cortés. El profesor era Atsuo Hiruma que practicaba el estilo Shotokai.
    2. Entrenábamos tres días a la semana. Pensé que era muy poco entrenamiento y decidí entrenar siete días a la semana, tres en el gimnasio y los otros cuatro en casa.
    3. Lo del entrenamiento diario e ininterrumpido ha sido mi norma durante los 53 años que llevo practicando karate: Desayuno todos los días, ergo entreno todos los días.
(II) Cambio de gimnasio y dos detalles importantes (1971-1973)
    1. En septiembre del año 1971 nos encontramos con que Hiruma ya no era profesor del gimnaso Bushidokwai por desavenencias con el dueño, siendo el nuevo profesor Yasusharu Igarashi de la escuela Wado Ryu y del cual guardo buenos recuerdos. No obstante y dado la diferencia de estilos, algunos alumnos gestionamos que Hiruma nos diera clase en el gimnasio del colegio Lasalle sito en la calle Fernández de los Rios y empezamos tres meses después.
    2. En tal gimnasio, dos detalles importantes que marcaron un punto de inflexión en mi entrenamiento los reflejo en Hiruma y el americano de Okinawa y en La visita de Mitsusuke Harada.
(III) El gimnasio Fujiyama (1973-1983)
    1. En septiembre de 1973, nos cambiamos al gimnasio Fujiyama sito en la calle Arapiles donde también impartía clases Hiruma. Allí permanecimos hasta que él inauguró el Honbu Dojo en 1983.
    2. En el gimnasio Fujiyama empezamos a practicar el nuevo estilo creado por el maestro Egami y que reflejo en Shotokai y semántica.
    3. En Febrero de 1974 me presenté a los exámenes de cinturón negro convocados por la Federación Española y aprobé, a pesar de que el tribunal sabía de churras pero no de merinas. Tu nota en los combates fue muy buena (me dijo un miembro del tribunal), pero en técnicas y katas te falta concentrar. Pude responderle que nuestra concentración no iba de chasquidos en las articulaciones, rigidez muscular y decibelios en karateguis almidonados, pero sumisamente me callé.
    4. En los cursos 1975/76 y 1976/77 simultaneaba mi entrenamiento en el gimnasio Fujiyama con mi labor de profesor en el gimnasio de la Facultad de Farmacia.
    5. A veces, nos daba clase en el Fujiyama Yoshiatsu Doi gran karateka y persona. Le hice algunas sustituciones en los gimnasios donde él daba clases.
    6. Un recuerdo especial tengo de Higashio Toshiaki en aquella época cinturón marrón y que practicaba el estilo de Egami más puro que he visto (ver comentarios de Francico Díaz, Antonio Garcia, Joaquín Ponce y míos aquí). Posteriormente se trasladó a Sevilla a dar clases.
    7. En el año 1978, Juan Alba, también cinturón negro y compañero de gimnasio invitamos a comer a Hiruma para proponerle la posibilidad de que los exámenes de futuros danes fueran internos, es decir con tribunales específicos de nuestro estilo, ya que Juan y yo no íbamos a hacer el paripé ante otro tribunal de la Federación con nulos conocimientos sobre nuestro hacer. Dijo Hiruma No hay problema, yo os aviso. Nunca recibimos tal aviso.
    8. Inasequibles al desaliento seguimos con lo nuestro: entrenar, entrenar, entrenar, … , de tal manera que llegó el año 1983 y se fundó el Honbu Dojo.
(IV) El Honbu Dojo (1983-1991)
En esta época destacaría:
    1. Mi entrenamento discontinuo (que no personal) en tal dojo.
    2. Los cursos de karate que durante tres años impartí en el gimnasio del Instituto Emperatriz María de Austria en donde yo era profesor de matemáticas.
    3. Mis dos stages gratuitos de karate en el mismo gimnasio a un grupo de seis miembros la extinta EKA (English Karate Association) un grupo de Shotokan que estaba evolucionando hacia el karate de Egami. Me puso en contacto con ellos uno de los miembros que casualmente me vio entrenar de madrugada en la playa de Cascaes (Portugal).
    4. La concesión que me hizo ésta asociación en septiembre de 1984 del título de 4º Dan. Se me dijo que era de justicia al ser el mayor grado de los asistente el de tercer dan. Bien, vale.
    5. La capacidad que decidió la A.S.E. (Asociación Shotokai de España), de conceder grados internos al margen de la Federación Española ¡A buenas horas mangas verdes!
    6. Las frecuentes clases que impartí en el gimnasio Andrómeda de Aravaca a petición de Hiruma, cuando él no podía ir.
(V) Mi retirada de los dojos (1991-Nuestros días)

  • En los 21 años anteriores y siguiendo la comentada norma Desayuno todos los días, ergo entreno todos los días, mis lugares de entrenamiento fueron: dojos, salones de casas, habitaciones de hotel, jardines de piscinas, aulas vacías de institutos, playas, parques, etc. Cualquier espacio válido para una actividad tan introvertida y seria seria como el karate no deportivo, i.e. hecho en aras al desarrollo de potenciales tanto en lo físico como en lo espiritual.
  • De los lugares anteriores decidí eliminar definitivamente los dojos, (excepción hecha de el mes de marzo de 2016 y tal vez debido a un virus temporal). No diré el por qué de esta retirada de los dojos (que no por supuesto de la práctica), aunque quizás se debería intuir de todo el discurso.
  • Un ejemplo: en el mes de marzo de 2016 (el del virus), un cinturón negro, buen chaval y bien intencionado me dijo: para golpear tienes que apretar sólo el pulgar y el índice, y tú dejas la mano suelta y relajada, así el golpe no tiene fuerza. Contesté que unos 20 años atrás, yo golpeaba como él, de la misma manera que Picasso años antes antes de pintar «tan mal» pintaba tan bien como Velazquez o Miguel Ángel. Por supuesto que no entendió nada. Y más anécdotas, más, muchas más …
  • P.D. Tuve la gran satisfacción en el comentado mes del virus de retomar contacto con Francisco Díaz (ver aquí), karateka que comenzó su práctica en el año 1974 y entrenó conmigo en los gimnasios Fujiyama, el de la Facultad de Farmacia, Honbu Dojo y Andrómeda. Digo gran satisfacción pues su práctica siguió (y sigue) un camino isomorfo al mío. Por ejemplo, después de obtener el cinturón negro, renunció a presentarse a futuros exámenes. ¿Una excentricidad o vulgaridad como la mía en aras a una mal entendida pureza? El caso es que quedamos frecuentemente para entrenar y/o comentar/contrastar avances en nuestros diarios y solitarios entrenamientos: estamos solos y sabemos lo que queremos.
        Laus Deo.
Dedicado especial, cariñosa y respetuosamente a Okuyama Tadao.